En tu casa no puede faltar la luz; pero para poder mejorar la habitabilidad y confort de las estancias habrá que graduarla. Las cortinas se vuelven así imprescindibles y están presentes en todos espacios de tu hogar o trabajo: son tan prácticas como decorativas.
El color y el tejido determinarán la cantidad de luz que pasa: si éstos son claros tendremos más luminosidad. Para menor, se necesitará el caso opuesto. Además, éstas deben ir en consonancia con toda la decoración: combinar con el color de las paredes ó con la tapicería, sobre todo si te decantas por estampados o bordados.
La función que vayan a realizar condicionará la clase, composición y materiales de las cortinas. Si son velos decorativos que ocultan el contenido del cuarto, se usarán materiales muy transparentes y ligeros, bastando en ocasiones los visillos. No obstante, la intimidad pedirá materiales más pesados como el tafetán, el shantung; o la seda natural acompañarán al lino, al algodón o la gasa.